El bachillerato forma parte de la educación secundaria post-obligatoria y, por lo tanto, tiene carácter voluntario. Consta de dos cursos académicos que se realizan ordinariamente entre los 16 y 18 años de edad. Se desarrolla en modalidades diferentes, se organiza de modo flexible y, en su caso, en distintas vías.
Tiene como finalidad:
Proporcionar a los estudiantes formación, madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar las funciones sociales e incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia.
Ofrecer a los alumnos una preparación especializada, acorde con sus perspectivas e intereses de formación, que les permita acceder a la educación superior.
En esta etapa, el grado de exigencia aumenta de forma muy significativa, ya que los alumnos deben llegar a la universidad “bien preparados”. Pero la realidad es bien distinta. En general, el alumno llega a Bachillerato con una base muy pobre y con poco hábito de estudio fomentado y consentido por el escaso nivel de exigencia y la promoción automática establecida en la E.S.O.
Para los alumnos de bachillerato es primordial:
Aprender a estudiar bajo presión
Tomar decisiones sobre su futuro académico
Consolidar los contenidos de cada una de las asignaturas
Desarrollar técnicas de estudio para afrontar el reto de las PAU
En esta etapa el estudiante debe consolidar su base académica y poner en práctica los hábitos de estudio para poder afrontar con tranquilidad las pruebas finales.